Los recuerdos escondidos (trabajos clásicos de W. Penfield)

Cuántas cosas habremos vivido que ahora no somos capaces de recordar. Muchas. Es muy fácil poner ejemplos, basta con pensar en aquellas experiencias de los primeros años de vida, el período donde misteriosamente todo es aprendizaje y nada es memoria a largo plazo –al menos todo lo episódico, porque está claro que sí hay una memoria procedural y del lenguaje-. Cuando tenemos 1 año de vida, nuestro cerebro es tan lábil, tan plástico (sus redes neuronales se modifican tan fácilmente), que parece que esto va acompañado de una incapacidad para dejar huellas fijas de las experiencias vividas (pero qué alucinante habrá sido sentir sorpresa ante las cosas por no tener nada del pasado arraigado a eso, tener los sentidos tan agudos ante todo).
Claro que hay muchos ejemplos más aparte de la clásica amnesia infantil, nuestra vida adulta está también llena de cosas que parecen no dejar una impronta fija en el cerebro. Pero insisto con el “parecen” porque en realidad (y acá el eje de la nota) gran parte de esos supuestos agujeros no son tales, el problema está únicamente en la incapacidad para evocar esos recuerdos y llevarlos a la conciencia. Esas huellas están escondidas en las profundidades del cerebro.
El gran neurofisiólogo Wilder Penfield (el mismo que dibujó los mapas sensoriales y motores de la corteza) hizo unas observaciones que así lo atestiguan (son estudios muy antiguos y espectaculares acerca de la localización de la memoria).
Penfield tenía que operar a pacientes epilépticos a los cuales se les insertaba electrodos para estimular el cerebro (claro que con fines terapéuticos). Las operaciones eran sólo con anestesia local, con lo cual los pacientes estaban totalmente capacitados para hablar durante todo el procedimiento. Penfield encontró que cuando estimulaba la corteza temporal (la parte de la corteza que está a los laterales del cerebro), los pacientes repentinamente vivían algún episodio del pasado con una nitidez absoluta (como si estuviesen viviendo nuevamente esa experiencia). El mismo Penfield estaba impresionado, ya que cuando quitaba el electrodo de un punto en particular que gatillaba la evocación de un recuerdo, el recuerdo se iba; y si luego volvía a estimular el mismo punto, la misma experiencia se hacía vívida nuevamente (escalofriante, ¿no? un punto un recuerdo). Tiene miles de ejemplos (algunos muy graciosos donde la persona no puede creer que se le venga a la cabeza una determinada melodía que creía insignificante, no puede entender porqué le viene eso a la memoria si ni siquiera era su canción preferida…es parecido a lo que pasa con algunos sueños).
Hay un ejemplo muy jugoso para los psicólogos: una mujer cuando era muy pequeña había sufrido una experiencia traumática estando con sus hermanos (un hombre la perseguía diciéndole que llevaba serpientes en el bolso y ella corría mucho para estar junto a sus hermanos). Esta fue una experiencia real (sus hermanos la recuerdan perfectamente y su madre también recuerda haberla oído). Cuando esta niña se fue haciendo mayor tuvo algunos sueños que aludían a este episodio (ella no lo recordaba), y su familia le ocultó lo sucedido diciéndole que eran puras pesadillas sin sentido.
Sorprendentemente, cuando de grande estaba en la operación y Penfield le estimuló un punto de la corteza temporal, esta mujer comenzó a decir: “ -Espere un momento, veo un hombre que me persigue y tiene algo para hacerme daño”. Según Penfield la mujer mostraba mucho miedo cuando lo contaba y tenía que frenar el relato porque comenzaba a oir las voces de sus hermanos y su madre…
Tremendo. Ese recuerdo estaba ahí pero no podía hacerse consciente (estaba oculto, suprimido, reprimido o como quieran llamarlo) hasta que llegó Penfield y estimuló la zona donde estaba asentado.
Y como conclusión les pongo las palabras textuales de Penfield:
“There is a permanent record of the stream of consciousness within the brain. It is preserved in amazing detail. No man can, by voluntary effort, call this detail back to memory. But, hidden in the interpretive areas of the temporal lobes, there is a key to a mechanism that unlocks the past and seems to scan it for the purpose of automatic interpretation of the present. It seems probable also, that this mechanism serves us as we make conscious comparison of present experience with similar past experiences.”

2 comentarios:

Unknown dijo...

yo otra vez...
ayer habalndo con mi mama nos preguntabamos, oprque al gente cuando llega a la vejez olvida los recuerdos mas cercanos pero tiene super nitidos los mas antiguos, ejemplo: se olvido se pago una facutra acyer, pero recuerda perfecto cuadno tenia 6 años y paseaba cabras...
???

quizas me podes sacar la duda, o quizas te doy pie a un nuevo tema, o quizas dejo en claro que no lei todos los articulos y quedo re mal, jaja

besos otra vez

Mile dijo...

Hola Yas,
Me alegro un montón que te guste el blog. Sí, lo que decís es totalmente así, cuando la gente se hace mayor cada vez tiene más memorias antiguas (de largo plazo) y menos memorias recientes (de corto plazo).
Te puedo decir que estos dos tipos de memorias se guardan en sitios distintos del cerebro. ¿Pero cómo puede ser esto? La respuesta es que las memorias episódicas parece que “viajan”de un lugar a otro del cerebro, o al menos si originalmente la memoria necesitaba la interacción de dos áreas cerebrales distintas, con el tiempo se va haciendo independiente de una de éstas y se queda arraigada sólo a la otra.
Tengo mucho para contarte al respecto. Por ejemplo hay pacientes que tienen dañado el lóbulo temporal medial y no recuerdan los hechos más recientes de su vida (amnesia retrógrada de los años más próximos al daño)*; mientras que los pacientes que tienen dañada la corteza temporal más lateral (no la medial) tienen un agujero en todo lo que les ocurrió en la infancia mientras que recuerdan lo sucedido más recientemente (esto ocurre por ejemplo en la demencia semántica).
Como te decía antes, una posibilidad es que los recuerdos se estén moviendo (cuando son nuevos se quedan en la parte medial y luego se van hacia la corteza más lateral).
Respecto a que cuanto menos tengas de una memoria (en el ejemplo de la gente grande sería la de largo plazo) más tengas de la otra, una posibilidad es que estas dos áreas del cerebro se inhiban mutuamente, con lo cual cuando una deja de estar activa (porque posiblemente sea una estructura más susceptible al paso de los años) puede liberar a la otra de esa inhibición dejándola que se exprese más fuertemente. Esto úlitmo de la inhibición es una posibilidad, ya miraré si hay trabajos que lo demuestren.
*aparte de tener la clásica amnesia anterógrada (no poder almacenar nuevos recuerdos)-

Bonus track: En la enfermedad que te comentaba de la demencia semántica, los pacientes no sólo pierden los recuerdos más lejanos, sino que también pierden toda la información semántica de las cosas (no recuerdan las palabras, no saben qué significan, incluso llegan a olvidar para qué sirven las cosas aunque las estén viendo). O sea, los recuerdos más lejanos estén en la misma zona cerebral que la información semántica (¿podría ser que los recuerdos se “semanticen” con el transcurso de los años? Como que pasan a ser una información más objetiva, sin tanto contenido vivencial)